Un contrabajo, una guitarra y la mínima expresión de una batería es todo lo que necesitan Stray Cats para hacer magia en un escenario. La banda neoyorkina practica un rockabilly que en directo es una invitación peinarse bien el tupé y no dejar de moverse ni un segundo. No hay gimnasio que pueda competir con ellos, sus conciertos son el mejor ejercicio que conocemos. En 2019 nos visitaron dentro de la gira de reunión que celebraba los 40 años desde sus formación, un sueño cumplido para muchos de los fieles de Azkena Rock Festival, que los tienen entre sus bandas de cabecera.